La temperatura del tráfico es aquella que mide el nivel de nuestros clientes potenciales o potenciales cualificados, los cuales se identifican como fríos, tibios o calientes. Esta temperatura varía dependiendo del comportamiento que tengan los leads (clientes potenciales) en el proceso de mercadeo y venta.
Leads fríos, tibios y calientes.
Para lograr una conversión (venta) en nuestro negocio debemos aplicar diferentes estrategias de atracción y conversión hacia nuestros leads (clientes potenciales). Anteriormente era muy común la venta de puerta en puerta, posiblemente hay negocios que aún aplican esta estrategia de llegar a tocar la puerta a un extraño, ofrecerle sus productos o servicios y lograr la venta. Pero hoy en día no funciona así, ya que la gran mayoría de las personas no les gusta abrir la puerta a extraños, no les gusta que le vendan algo que posiblemente no necesiten o no quieran comprar, al igual que hay sitios residenciales donde no se permite este tipo de venta. Y si eres una empresa que vende nacional o internacional la estrategia de puerta en puerta no es para ti.
Hoy en día el éxito de una conversión (venta) radica en la data (información) que se tiene de un público o una audiencia, es decir llegar a un comprador que necesita tu producto o servicio por supuesto es mucho más efectivo que aquel comprador que no lo necesita o no lo quiere. La idea no es llegarle a todo el mundo es llegarle a nuestros clientes ideales, aquel que necesita o quiere nuestro producto o servicio y que tiene cómo pagarlo.
Entonces, ¿cómo hacemos para llegarle a las personas que quieren nuestros productos o servicios y que pueden pagarlo?
A través de un embudo de ventas, sin profundizar mucho en el tema, el embudo de ventas es el proceso por el que las oportunidades potenciales de ventas son cualificadas y seleccionadas para convertirlas en oportunidades reales que terminan en transacciones reales.
La temperatura del tráfico va relacionada al embudo de ventas, son las diferentes estrategias que utilizamos para lograr una conversión. Veamos cada temperatura:
- Temperatura fría: es aquel cliente potencial que aún no te conoce, pero reune las características esenciales de tu Buyer Persona, es casi como si no te conociera pero tu si a él o ella. Sabes que esta persona puede querer o necesitar tu producto o servicio aunque no te conozca.
- Temperatura tibia: es aquel cliente potencial que ha tomado una primera acción que se acerca a tu meta (conversión), tal vez no te haya comprado pero puede que haya visto un anuncio tuyo o de tu negocio, se haya suscrito en un Newsletter, haya abierto un correo, descargado un material, entre otros.
- Temperatura caliente: es aquel cliente potencial que se acerca cada vez más a tu meta (conversión), ya muestra más interés como escribirte, llamarte, incluso responder las llamadas o correos electrónicos preguntando o solicitando información acerca del producto o servicio que le ofreces.
Como ves la temperatura del tráfico va escalando según las acciones del lead (cliente potencial), la temperatura nos ayuda principalmente a crear el mensaje adecuado para el lead, porque aunque sepamos que esta persona puede necesitar o querer tu producto o servicio, no es tan simple como llegar y ofrecérselo, por varias razones pero la principal es que puede ser que esta persona ya esté comprando tu producto o servicio a la competencia.
Si has escuchado la expresión “calentar la oreja” sabes por donde van los tiros, es enamorar o conquistar a alguien, en los negocios también sucede lo mismo, debemos atraer a los clientes al igual que los vendedores o empresas vendedoras nos atraen a nosotros como compradores.
Piensa en todas las estrategias que utilizan las empresas o marcas que consumimos que nos convierte en compradores. ¿Qué hacen estas marcas que consumimos que no hacen las otras?